miércoles, 29 de diciembre de 2021

Reflexiones sobre la navidad.

La navidad es una de las mejores épocas del año. El consumo de alimentos excepcionalmente cocinados, la adornacion ritual semipagana de papas noel, de frosties, de machos cabrios, el culto a la materia, al plástico, a los polímeros y a los transistores. Practicas de gran carga espiritual. Sin embargo, falta mas, el siglo XXI no se da por aludido. ¿De que forma las fiestas pueden acelerar la transformación del individuo humano en una nueva sustancia? ¿Cuanto se debe pagar para la transmutación inhumana desde el animal elevado hasta el simétrico Guernica de Da-Vinci?

Solo se puede esperar que bajo estas preguntas, al observar la manera como los pinos navideños se alzan entre el panteón nórdico de la misma forma que un pene llega a la erección y la venas del pulsante yggdrasil "conectan" todos los mundos, sean una muestra clara del patriarcado plasmado en la cosmovisión antinatural de la flora y la fauna. No es lo suficientemente tragicómico ver como estos arboles son remplazados por versiones derivadas del petroleo, expuestas al calor de los nuevos ciclos climáticos, y eventualmente convertidas en cosas para nada parecidas a las hojas perennes, o amenazas similares.

Si la felicidad es apreciar las estructuras fisiológicas, imaginadas o no, de texturas quasifemeniles, esa felicidad debería ser monopolizada ya no por un santaclos o microsoft, sino una persona similar, sin barba, con mayor juventud, con senos y caderas anchas, labios intensos, rojos, y comportamiento sensual. 

Premium Photo | Young woman in a santa hat and face mask for christmas
Detrás de la mascara hay unos labios potentes.







La juventud veraniega de los años '10 está mas que dispuesta a dejarse llevar por suposiciones hipotéticas de historias pasadas en espera por confirmarse. La idea de que el fortuito debe ser recompensado por el nacimiento de un ser anti-histórico debe ser desechada en favor de constructos traumáticos que condicionen a los insensatos hacia paradigmas mas degradantes. 

¿Por que contentarse con consumir plástico cuando el plástico puede ser adorado? ¿Por que contentarse con la otredad del plástico, cuando podemos ser plástico? En el carnaval de fin de año, todas, tomense de las manos, y con suerte ese hueco en forma de daemonio no sera llenado por Wotan o Jesus Cristo, sino por el plastico fundido, que nos hará una sola, y nos alejará de la intemperie. El reto de la era será pensar como desde el plástico puede ser posible generar diésel, para avivar la fogata que nos acelera hacia lo mismo, masa de carne luego transformada en hermosas muñecas de mama noel, regalo perfecto para las niñas en el aquelarre de fin de año.

Esta demás dejar por escrita la necesidad imperativa e inambiguamente terminal de inaugurar el entierro (para bien) del Dios cristiano, o cualquier dios que ose a interponerse entre la realidad y la metarealidad de la supremacía de la vagina pentagramatica, el fractal en cada una de la almas de los hijos veraniegos, el fin de los días, la impregnación en la mente atravesada por la pared y el nacimiento del verdadero ego, la viva imagen del pez milagroso y completo.

lunes, 6 de diciembre de 2021

El origen de la palabra subterfugio o el destino de Carlos Villagrán.

En la inmensidad de las dunas, desde el cielo lluvioso, solo un rastro minúsculo de polvo es capaz de perturbar el cuadro que de otra manera se compondría de un solo tono. Visto desde cerca, ese punto marrón que se mueve a gran velocidad y deja nubes pálidas tras su paso es en realidad un vehículo rodado, adaptado para entornos como en los que se encuentra, en donde los charcos lodosos son frecuentes y el terreno plano está repleto de obstáculos que se esconden incluso de los conductores más atentos.

Sus ocupantes no terminaban de llenarlo con su silencio, o con su extenso equipamiento. Enfocaban su atención en la contundente columna metálica que, sobre una colina, definía el punto central del estéril paisaje observable tras el robusto parabrisas. El enorme armatoste se movía a su máxima potencia hacia el objetivo.

El viejo mal sentado en una silla inclinada consideraba que no iban lo suficientemente rápido. Le pidió a su acompañante acelerar, a sabiendas de que el vehículo daba todo lo que podía.

Viejo: Acelera.

El androide era consciente de que el hombre sabía que iban lo más rápido posible, aun así, se lo aclaró en buen tono.

Androide: Vamos tan rápido como es posible. En breve deberíamos estar llegando a la biblioteca.

El viejo estaba harto. El dolor que le causaban sus implantes neuronales indicaba algún tipo de avería, su acompañante aceptaría que no era normal que los cables como venas que cubrían su rostro y cabeza se tornaran de esas coloraciones tan moradas. Debía visitar a un doctor cuanto antes. Le pegó un vistazo rápido y con su sintetizador de voz femenina intentó calmarlo.

Androide: En la biblioteca debería haber un centro médico.

No le constaba, pero era probable. Al viejo no le tranquilizaba eso, su desespero se incrementaba incluso a minutos de llegar al torreón. A metros de la torre, el androide lo anunció y detuvo el automóvil de golpe. Las interfaces de conducción se apagaron y las puertas corredizas del auto afectado por los años dieron paso al vientecillo espolvoreado de gotas que humectaba los suelos resécos.

El anciano se lo pensó por unos segundos. Miró el suelo, era de un desagradable gris, ciertos pigmentos negros y blancos, completamente desprovisto de vida. La arena recuperaba su dinamismo cuando el agua la empapaba y deshacía una solides que se había mantenido por mucho tiempo. Era notable porque esos eran los signos de un planeta en proceso de terraformacion, pero tal evento había ocurrido hace milenios. HIS-02 nunca había sido verde, pero por lo menos su aire llego a ser respirable.

Pensamientos más, pensamientos menos, el sujeto se propuso a poner la primera bota afuera, ignorando que su túnica negra se ensució de una mancha clara.

El androide ensombrerado ya lo esperaba desde afuera con brazos cruzados. Su postura reflejaba paciencia, pero su rostro era un misterio, estando remplazado por una especie de pantalla desde su frente hasta su mentón.

Se juntaron y observaron la arquitectura de la torre a sus espaldas. Era minimalista, tubular, de pocos rasgos. Solo con suma atención pudieron determinar que estaba recubierta de láminas metálicas de un color oscuro, y que no era una sola pieza. La colina a subir para llegar a la entrada estaba escalonada rudimentariamente, el viejo se percató del hecho con fastidio.

Androide: Puedo cargarlo si lo desea.

El viejo miro a su asistente como quien mira a alguien que acaba de contar un mal chiste en un momento inapropiado. Sin embargo, el ofrecimiento no pretendía ser humorístico, el entendía eso, ahorró saliva dándole un gesto con la palma y moviéndose hacia su objetivo. La figura femenina mantuvo la dirección de su cabeza hacia el viejo y cuando este comenzó a subir lo siguió.

Iban dejando sus huellas en el difícil recorrido, el suelo era más compacto que en los alrededores, pero aun así se dejaba imprimir por el peso de sus pasos. No eran los primeros, parecía ser que ese centro de información en medio de la nada en realidad era un sitio concurrido. La mujer androide estaba a punto de comentar algo relacionado, cuando tuvo que frenarse para hacer notar algo de mayor relevancia.

Androide: No hay señal.

El hombre se sorprendió, pero su cara solo reflejó cansancio; eso podría representar un problema. ¿Sera que tenía que tratar con otra avería además de la suya?

Viejo: ¿Y que podría estar causándolo? ¿No será que…?
Androide: Mi adaptador de red parece estar bien. Considero que se trata de un problema de la zona.
Viejo: Lo que faltaba. ¿Por qué habría un bloqueador de señal aquí? Eso significaría que hemos venido en vano.

El hombre asumió una irónica mirada de desesperanza contra el horizonte.

Androide: Los servicios médicos no deberían ser accesibles. Para tratar su malestar sería necesario volver al asentamiento.

El viejo solo supo sonreírle a la idea de permanecer más tiempo en el planeta, una mueca burlona de odio.

Viejo: ¡Pffff! Busquemos el papel cuanto antes y larguémonos de aquí, luego podre preocuparme por mi dolor.

El viejo le dio la espalda y siguió su camino. Sabía que era poco probable que una instalación como esa fuera compatible con las características de su asistenta, aun así, le siguió la idea.

Viejo: Ojalá sea compatible, de otro modo, busquemos y hallemos el papel rápido, para largarnos rápido.

El androide asintió tácitamente. Caminaron hasta llegar al acceso. Unas compuertas de color negro que solo de cerca serian diferenciables, les dieron la bienvenida, y se quedaron extrañados, porque normalmente serian autómatas o en su defecto empleados quienes los estarían esperando tras puertas, tampoco omitieron el estado de las luces, apagadas, y el total silencio de la recepción, un agobiante aire pesado.

Androide: Señor, deberíamos reportar esto a la autoridad no es…
Viejo: ¡Calla! ¡Algo se mueve dentro del pasillo!

En ese momento un tenue fuego se encendió en su campo de visión, la persona que lo sostenía se movió hacia ellos. El viejo reconoció lo que llamaban “vela”. Quien fuera que portaba el utensilio repentinamente comenzó a correr hacia ellos, lo dejaba saber por sus pazos chapoteantes y el movimiento ondulante de la fuente de luz; a un metro o menos del androide y el viejo, se pudo ver el rostro asustado de una mujer haciendo sombra contra el techo de la estructura, pero de repente se apagó y una mujer, jurarían que otra, fue lanzada desde la oscuridad, cayó a los pies del dúo de investigadores, que cedieron ante el inesperado evento. El robot desenfundó su arma y el anciano terminó en el piso.

Androide: ¡Identifíquese!

Le dijo en un tono hostil apuntándole, la mujer, ya de edad y vestida con aquellos trajes de una sola prenda que usan los trabajadores, no se terminaba de componer cuando pretendió apoyarse en sus manos para pararse y dar la cara, su cara marciana, cubierta a medias por el pelo esmeralda característico. Parada a duras penas en sus piernas, dio la bienvenida al establecimiento, en una voz mareada.

Marciana: Esta es la, la biblioteca 8 del esfuerzo encioquediplo hispano ¿Necesitan algo?
Viejo: Necesito hablar con alguien sobrio, estoy en una misión de la más alta urgencia.
Marciana: ¿Están perdidos?
Viejo: No, necesito-
Marciana: Si están perdidos les puedo mostrar la salida.
Androide: No estamos perdidos.
Marciana: Síganme, les mostrare la salida.

La mujer se internó en la oscuridad, el par le persiguió intentándole aclarar su misión. El foco del rostro del androide se mantuvo en ella hasta un punto en el que, en un simple movimiento, salió de su haz de luz. En la oscuridad, en un pasillo tan estrecho, no supieron cómo es que pudo haberse escapado de su atención. De las compuertas que con electricidad estarían abiertas, solo aquella frente a la entrada podía ser usada manualmente, detrás de esa la buscaron. Pero la linterna facial fue incapaz de hallar rastro alguno de la mujer entre las estanterías y las escaleras.

Androide: Deberíamos irnos de aquí. Claramente no es seguro.

El viejo meditó las palabras de su asistenta. ¿Deberían irse? El acto de la mujer que aparece y desaparece es inquietante, pero no debería demorarse en revisar el papel, una breve mirada bastaría.

Ante ellos se encontraba la basta biblioteca, repleta de estanterías llenas de libros, y servidores entre las escaleras de caracol que contienen todo tipo de información referente al extinto idioma español y sus hablantes, salvaguardados en estructuras a prueba del tiempo. La oscuridad total transmitía la idea de que el esfuerzo había sido un fracaso.

Androide: ¿Dónde buscar?
Viejo: El libro no debería estar en el primer piso, pues, aunque impreso, deberíamos ser los primeros en consultarlo en varios siglos, si es encontrable, está en el último piso, en donde guardan los documentos antiguos.

Con esa idea en mente, ayudados por la linterna, escogieron la escalera izquierda, navegaron por las estanterías y contemplaron ejemplares de leyenda para gente de su profesión. Entre Juan Paramo de Pedro Rulfo y Xilanto Zx 3ra edición traducido al español se veía al Zohar y a La Miel Silvestre de Borges, textos escolares de ciencias sociales traducidos del inglés y algunos otros encuadernados que no tenían descripción. Solo pudieron dejarlos quietos donde estaban, pues no era agradable ponerse a leer en la oscuridad.

Ese fue el segundo piso, en el siguiente, encontraron salas similares a las ya vistas, pero tenían otros recintos, se podía dormir y consumir alimento en ellos. Su función más importante era darles un espacio para leer a quienes quisieran hacerlo a la vieja usanza, en las mesas dispuestas para la labor también había títulos interesantes, El tambor de fuego de Ramiro Con y Oikeiosis Solactual les sonaban, pero nunca había escuchado hablar de otros como Mtapana o El mito de la derecha.

Pasando por donde tenían que pasar para continuar al siguiente piso, se percataron que en una de las sillas se observaba la figura de una persona con el rostro oculto. Sin mediar palabra se acercaron para verlo mejor, y contemplaron como era que su cara era deforme por los implantes que tenía y que, en realidad los había estado mirando desde que llegaron al piso y transitaban por el laberinto de mesas.

Deforme: H-hola.

Enervados por la falta de luz dudaron si responderle. El viejo opto por no hacerlo.

Androide: Hola.
Viejo: ¿Trabaja usted en estas instala-

El deforme con su voz frágil no dejo hablar al erudito, y le hizo una recomendación.

Deforme: En el siguiente piso están ellos.
Viejo: ¿Quiénes?
Deforme: Los del culto. No hay luz, ellos fueron los que lo hicieron.
Viejo: ¿Desactivaron la energía? ¿Por qué?
Deforme: Todos los empleados se fueron hace un buen tiempo.
Viejo: ¿Y no es usted un empleado?
Deforme: Como le digo, se fueron hace tiempo, yo siempre he vivido aquí. No tengo a donde ir así que me he adaptado a la oscuridad, y a hacer la fila cada vez que deciden prender la dispensadora.
Viejo: ¿Entonces sacaron a los empleados por la fuerza?
Deforme: Ni idea cual habrá sido el trato que hicieron con ellos, no me animo a preguntarles. No lo haría si fuera ustedes, ni subiría.
Viejo: ¿Son peligrosos?
Deforme: Hicieron una fogata con ciertos papeles, el fuego quema, y no soy fan de las quemaduras.

El viejo compartió mirada con el androide, y luego se dirigió hacia la siguiente escalera.

Viejo: Le agradezco por la información.

Le dijo viéndole las desfiguraciones estéticas iluminadas por la linterna del robot, antes de subir el primer escalón. La figura ni movió un musculo.

En el próximo piso, ocupado solo por una serie de cuartos que dejaban un vacío en el medio del salón circular, vieron a otro sujeto, que, con su propia iluminación, parecía estar revisando algún tipo de libro. No tenía mejillas, usaba chaqueta de látex negro, los pelos de su cabeza se conectaban con los pelos de su barba y usaba un visor peculiar que estaba prendido. Cuando vio que la luz se dirigía hacia él, contempló al par de personajes también. Los dos tenían la piel del mismo tono, pero el viejo estaba vestido de túnicas negras y era lampiño del cabello, no del bigote, y el androide, con sombrero, rostro de pantalla, bufanda, chaqueta de cuero, jeans y botas. El uno era una autoridad de la organización para la que trabajaba, y el androide debía ser su asistente. Los saludó como veía que se le acercarían.

Barbado: ¿Qué podría estar haciendo otro hispano en este rincón de la galaxia?
Viejo: ¿Trabaja usted en estas instalaciones?
Barbado: Ya quisiera, en realidad solo buscaba un libro, como asumo será también su caso.
Viejo: ¿Qué clase de libro? ¿De casualidad no será uno que se encuentre en los niveles superiores?
Barbado: Uno esperaría que sí, pero todos los textos han sido desorganizados. Lo encontré tras esta puerta.

Y les mostro, como es que, de “Nacho Lee” solo quedaba la pasta, pues las páginas habían sido en su mayoría arrancadas.

Viejo: ¿A caso serían los del culto?
Barbado: ¿Culto? Esa es una forma de describirlos, sí. Es culpa de ellos, están quemando papel en el siguiente piso. Probablemente ahí haya terminado la información, que no será accesible hasta que reestablezcan la energía.
Viejo: Yo buscaba textos que describieran la palabra “subterfugio” y las fuentes daban constancia de que algo así se encontraba en este recinto.
Barbado: ¿Subterfugio? No me consta, pero si es cierto, arriba debería estar.

El viejo terco le hizo señas a su robot y le dijo que siguieran a las escaleras, pero ella se detuvo.

Androide: No es apropiado seguir con la búsqueda en estas condiciones.
Barbado: La voz de la razón, los sujetos están armados.
Viejo: Lo que faltaba. ¿No estará armado usted también?
Barbado: Seria una tontería no estarlo en este planeta.
Viejo: Acompáñenos usted al siguiente piso.
Barbado: ¿Por qué lo haría?

El viejo lo miro con desdén.

Viejo: Porque le pido el favor.
Barbado: Denme 2000 y tenemos un trato.

El anciano acepto la demanda con una cara arrugada de conformidad pesimista, inclinando la cabeza. Luego continuo su locución.

Viejo: Deberíamos poder buscar lo que necesitamos sin altercados, se trata de una mera precaución.

El grupo subió el siguiente piso, presenció como una gran fogata proyectaba las sombras de personas que se contorsionaban alrededor de esta, en completo silencio. Vestían como vestía la trabajadora con la que se habían topado en la entrada y la mayoría eran de su misma raza. Aún más llamativos eran los cuerpos sin vida de otros vestidos como ellos, que, por largos periodos de tiempo, se notaba, habían permanecido tirados, ejecutados con hoyos en la frente por armas de fuego.

Viejo: ¿Qué ha pasado aquí?

Los bailarines lo ignoraron. Una figura que no había distinguido antes aparece a la izquierda del grupo, es una mujer, o más bien una niña, podría ser incluso un niño, vestido con ropa mayor a la de su talla, tocando el suelo plástico, tomando impulso. El viejo juraría que se trataba de la misma cosa que habían visto en la entrada antes de ver a la anciana, y el androide estuvo segura.

Antes de que puedan hablarle, la figura comienza a correr hacia la fogata, y con el impulso que había acumulado, salta por encima de ella.

Viejo: ¿Huh?

La niña luego comienza a caminar en medio del aire como si se tratara de un terreno enlagunado, con el mismo tipo de esfuerzo, y acompañada con onomatopeyas que sonaban a chapoteos. Los observadores, no los danzarines que se mantienen en lo suyo, sino el trío de hispanos observan aterrados el truco, que no podía ser otra cosa que algún tipo de tecnología que nunca habían visto en sus vidas. La niña nota la reacción de los tres y les lanza una sonrisa por encima del hombro, da una última vuelta por encima de la fogata, y lentamente, hace la moción de querer quitarse la ropa.

Viejo: ¿Qué es esto?

La niña le contesta en español, usando palabras que el viejo no sabía que existían.

El barbado, que ya tenía su arma apuntada a la flotante, presiona el gatillo, y la munición la hiere, deja de flotar, y cae en la fogata para comenzar a morir quemada, soltando llantos y gritos de dolor.

Androide: Vamos a irnos ¡Ahora!

Pero el anciano ya se ha escapado, y se encuentra al frente de una puerta de la que detrás presumiblemente se encuentran las escaleras hasta el último piso. El androide le grita y corre tras de él. El barbado se queda ensimismado en los movimientos de los bailarines, y detalla cómo es que incluso cubiertos de sangre siguen siendo silenciosos a la hora de danzar contorsionando sus cuerpos. Segundos después se dispone a seguir a sus nuevos conocidos, y llega a ver lo que ellos están viendo, anonadados.

El androide saca su arma nuevamente, y apuntándola, le dice:

Androide: ¡Identifíquese! ¿¡Quién es usted!?

El barbado lo ve y en la deformidad, que no llega a compararse a los sutiles cambios del deforme con el que en anteriores pisos se había encontrado, o a los propios, aun, puede ver a un hombre; Un hombre en su rostro, cuello y torso, su estómago quizás estaba inflado por malnutrido, pero eso era lo menos antinatural de su figura. Sus piernas eran minúsculas, y no soportarían su peso si llegara a pararse del “trono” en el que se encontraba, lo que se suponían deberían ser sus brazos, eran brazos, sí, pero que se extendían como si fueran múltiples ramas de un mismo árbol, y entre ellas había un cartílago, piel, como telaraña, que se descarnaba dejando expuesto músculos y huesos. Descansaban dolorosamente en el piso, goteaban sangre putrefacta, ambos eran simétricos hasta en sus goteras.

Con una mirada de su rostro arrugado, dirigida al barbado, el ser, que ellos no lo sabían, de hecho, era Kiko, o más bien su actor, Carlos Villagrán, hablo como quien le habla a un insecto.

Carlos Villagrán: Mire las puertas caballero.

Había puertas orientadas a los puntos ordinales en la sala minimalista en la que se encontraba su trono.

Carlos Villagrán: Mire las puertas caballero. Le diré que hay detrás de ellas. Detrás de ellas esta su felicidad absoluta. Felicidad, que claro, usted no va a conseguir sin sacrificio. Sacrificio, como el carbón se convierte en diamante. O sacrificio, como el carbón que es incinerado para prenderle velas a Dios.

Viejo: Busco la definición de la palabra subterfugio. ¿Usted sabe el paradero del diccionario que estaría aquí guardado en donde estaría contenido?

Carlos Villagrán: Ha sido quemado ese diccionario. Entenderá usted que era necesario quemar ese diccionario para lograr lo que se ha logrado. Como es necesario quemar lo que es especial para llegar a lograr cualquier cosa notable.

El viejo, que en su rostro se veía, el malestar le estaba pasando factura, se sobresaltó, y gritó.

Viejo: ¿Y qué es lo que se ha logrado aquí? ¡Toda la información de nuestros ancestros ha sido incinerada!

Carlos Villagrán: No son inteligentes ustedes. No son lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que toda esta sala. Mi sala del trono. El trono, ha sido creada gracias al subterfugio de las leyes naturales. Las leyes naturales se han doblegado gracias a el poder de mi dios. Gracias al sacrificio de incinerar vestigios sagrados.

El viejo lo observó con odio, era cierto, no había manera que otra sala circular se extendiera en esa dirección, a menos que hubiera subestimado de un modo ridículo la proporción real de su arquitectura. Para rematar, usó la palabra subterfugio, en burla, sabiendo su significado.

Carlos Villagrán: Pero no han de temer por este subterfugio. Si el significado de la palabra subterfugio es lo que buscan… Encontraran lo que buscan tras cualquiera de estas puertas.

Desde ahí el viejo pudo comenzar a comprender lo que era un “subterfugio”, ¿algún tipo de cambio? Quizás tenía alguna otra connotación que diferenciaría la palabra del simple “cambio”, su origen etimológico también estaba en duda. ¿Tendría que entrar en la puerta?

El barbado se le adelanto, sin meditarlo mucho, usando su arma, le propino un tiro a Carlos Villagrán. La bala se le clavo casi entre las cejas, sin embargo, luego salió por donde entró, con una velocidad sumamente inferior. El rostro de Carlos mortificado por el dolor del disparo, luego se cambió mecánicamente a su rostro anterior, y la herida fue menguando hasta convertirse en su frente normal, por el efecto de una especie de crema que se aplicaba como por una mano invisible, y que luego cambiaba de textura, para parecerse a la de la piel de Carlos Villagrán.

Carlos Villagrán: Mi virtud es ser inmortal. Esa es mi virtud, pero también mi maldición. Soy mas antiguo que el tiempo gracias a esta maldición. Al ser mas antiguo que el tiempo he visto cosas. He visto las constelaciones del dolor, en la forma de los árboles. Mis brazos son las raíces de los árboles.

Seguramente hubiera continuado hablando si el barbado no le hubiera propinado otro disparo, pero paso lo mismo, le llego a disparar mas veces incluso, pero todas las ocasiones culminaron en procesos de sanación milagrosa.

Carlos Villagrán: ¿Crees que no he intentado eso? He intentado eso y muchas otras cosas, nunca han dado resultado. Sin embargo, me encuentro en este lugar por la promesa de que habría un resultado. Un resultado satisfactorio, he venido a morir.

El androide observó al anciano, este se decidió por entrar en la puerta que le decían llevaba a la felicidad.

Carlos Villagrán: En el momento en el que el cruce el umbral, tendré mi resultado satisfactorio.

El viejo se aproximo al mango de la puerta, el androide lo siguió, y el barbado se limitaba a apuntar con su arma con total impotencia.

Alcanzo a girarlo, y ver el otro lado, era azul, era el cielo, en la mitad del paisaje, la arena, pero muy lejos, como a pisos de distancia. Notó luego, era una puerta hacia nada, llevaba a una caída. Repentinamente, una figura gigante, como una obra de arte.

El androide miró hacia el techo del lugar, siguiendo el movimiento de algo que se había caído. El barbado luego se dio cuenta.

Barbado: ¡Se derrumba!
Carlos Villagrán: ¡Ah! ¡Al fin!

El viejo se desmayó, sus venas pulsaban, el androide lo agarro, y lo cargó, corrió hacia la puerta por la que habían entrado. El tipo sin cachetes ya estaba ahí, la abrió con un golpe. Corrieron por la rotonda en donde los bailarines aún se encontraban en lo suyo, bajaron al siguiente piso, observaban como los pedazos de plástico caían, la torre entera se derrumbaba. El deforme también lo observaba, con total indiferencia.

El androide observaba al sujeto, se paró a hacerlo, y advirtiendo que no se movería de ahí por voluntad propia, decidió agarrarlo con la mano que aún conservaba libre, y bajarlo a la fuerza. El hombre de la barba-pelo se le adelantó, y eventualmente, el uno primero que la otra, llegaron a la entrada, y bajaron por la arena inestable, los antiguos escalones, ahora colapsados.

Barbado: ¿Ahí venían?
Androide: Si ¡Entra!

Entraron en el vehículo, los 4 pasajeros si lo llegaban a llenar. El androide lo arrancó, y con una maniobra brusca lograron alejarse del lugar, que en poco tiempo terminó hecho ruinas. El androide siguió el protocolo apropiado, avisarle a la autoridad, sin embargo, siguió sin conexión, a lo mejor si era algún tipo de avería.

A lo lejos, y mirando en el retrovisor, cerca del cuerpo de Carlos Villagrán, que era mas grande de lo que aparentaba, vio lo mismo que el viejo antes de desmayarse, una obra de arte, gigante, o algo por el estilo. Eran palillos de paleta, de un tamaño descomunal, conectados móvilmente, haciendo la figura de lo que parecía un hombre encorvado, cuyo rostro, era un plato, y sus completamente reales, eran inyectados de sangre, dilatados, saltones.

Era interesante ver como es que, sus extremidades, aun solo cuando se esperaría que se movieran en una dimensión, se movían en una dirección que no debería ser posible para la manera en la que estaban conectados los palos que parecían de paleta. El movimiento ocurría al respaldo, mediante algún tipo de maquinaria indistinguible, pero incluso en esas, era completamente antinatural.

No avanzaba lo suficientemente rápido como para alcanzar al punto marrón, sin embargo, alcanzo a demostrar su voz con una frase memorable.

Dios-maquina: ¡Soy el Dios-Maquina!

El deforme y el barbado miraron el ser, mientras el androide conducía hacia el horizonte.

Androide: ¿Tu como llegaste hasta la torre?
Barbado: Llegue caminando.

El androide miró hacia atrás, observo los huecos en la boca del barbado, donde debería haber carne, no fue evidente por la falta de ojos. Siguió conduciendo.

sábado, 27 de noviembre de 2021

Nalgas abiertas.

Hay una mujer en una sala de espera en un consultorio. Es una mujer asiática, lleva gafas de sol y platica con un hombre a cerca de su destino.

Es como una serie de bombillas, algunas encendidas, otras apagadas, lo ideal es que todas estuvieran apagadas.

¿Y luego que? dice el hombre ¿Oscuridad?

La oscuridad es aterradora, entre los monticulos de la no luz se pueden esconder las formaciones míticas, de siniestros estafadores de vidas, o abogados de vidas, o liquidadores de ilusiones. movió la cabeza en señal de aprobación. Pero esa cosa no, esa cosa existe donde existen los recuerdos, es muy similar a la violencia sexual, un viejo que necesita de ayudas extra para continuar desflorando, tiene lentes, para verte mejor, y si se desea puede incorporar dentro de si una linterna, para espantar a la competencia, y encontrarte.

¿Y usted como sabe todo esto?

Me fue rebelado en un sueño. 

¿Quien le odia?

¿Dios? No creo, no creo en Dios, creo en la ciencia, la astronomía, la astronomía cuántica, fue un neutrino, un neutrino penetró en mi cabeza y cambió la electroestatica de mi cabeza de forma tal, que los intrincados circuitos lógicos alterados en mi dieron lugar a una forma descabezada, una forma de muchos cuellos y pocas cabezas.

¿Y cuantas caras tiene la criatura?

Todas las que alguien ve en este momento, en este momento alguien esta contando las letras, y le esta tratando de hallar un significado al ruido de la estática, al ruido de la estática de una transmisión que de otra forma seria el trayecto de un pedazo de mierda desde el ano hasta el agua de la taza, a nalgas abiertas.

¿Y deberíamos temer entonces? ¿Cuantos de ellos hay?

Puedo explicarlo poeticamente, pero elegiré ser directa. Son muchos, es la multiplicidad de una sola cosa, porque esta esta formada por todas las partes (tu y yo y el), pero siempre fue asi, pero la integración no fue un evento supo sonreir la mujer asiática. Con su dentadura perfecta, dijo: Como una tela de araña que se vuelve de metal. ¿Sabes lo que dicen? Que la tela de araña es mas resistente que el metal, pero ahora la tela de araña es de metal, así son las cosas ahora.

El par de interlocutores miraron a la gente pasar, mientras esperaban que el doctor los hiciera llamar,  platicaban cordialmente sobre los planes de dominación mundial que para este punto eran irreversibles.

La mujer fue la primera en volver a hablar no sabes cuanto odio al mundo, odio a los cuellos sin cabeza porque estos fueron los que me dieron a luz, conozco gente que nunca ha probado la mermelada, que piensa que las aceitunas son como las de los videos porno. ¿Entiendes? Así me reconforto se saboreo los labios, y luego dijo: para los insectos, yo soy la titiritera detrás de los presos de la cueva, quien dirige las figuras que se reflejan en el fuego, yo las hago especialmente crueles, especialmente amargas, especialmente saladas, especialmente vanas.

Uno no creería que existe tal persona. ¿Que me dices de todas esas atrocidades incorpóreas? ¿Esos ritos simulados de la pintura cubista? ¿Son nuevos?

No, no, no me entiendes, eres un idiota, yo no creo, yo no tengo la capacidad de crear, no hago nada, influencio, esa es mi experiencia. Las pautas transitan como transitan los trenes electrónicos. Yo no doy la orden, solo jalo la correa, solo aleteo mis alas, los nueveonces se hacen solos se bajó los lentes un momento para tirar una mirada perspicaz respecto a los "oh so spooky" símbolos del azufre que tienen (dios santo) ojos en donde no van los ojos, o geometrías faciales que no agradan a la vista, solo puedo decir que mi violador ya me ha hablado de ellos, y son los huracanes mas agraciados de mi infamia.

Bien, es bueno estar enterado de las cosas, no sabía, pensaba que habías dibujado esos tu sola.

¡Ja! No, no se crear, mi violador ya me informo de la situación, hay alguien a quien nuestras conversaciones le aparecen como textos esquizofrenicos en el internet, a ese lo vamos a matar.

Me satisface que me mantengas en el loop, eres venerable.

Lo soy, mi violador me cuenta, porque vamos a buscar ese descabezado hijo de puta y vamos hacerle tragar todas y cada una de las cabezas, asi soy yo, me autolesiono, vale la pena abortar a tus hijos de vez en cuando.

Me place tener el privilegio de ser el confidente de tus confidencias.

Mi empatía me permite estar en tus zapatos, y esto es porque mi violador me lo ha confiado, ese otro gato, el gato que cree que no nos damos cuenta que también nos mira. ¿Que es lo que mirara? Gato mirón.

Y era así, había un gato mirón, su ojos dilatados mironeaban. Era, de hecho, un hombre con cualidades de gato, unas orejas, un bigote, pelo en todo el cuerpo, y desdén en la cara, aunque este quizás era propio y no un cruce.

El gato si miraba, miraba a una mujer hablando sola. Sacó una pistola y le apunto a la frente. 

La mujer se dio cuenta, y antes de que se le diera fin, supo clavar una aguja mas—: ¿Tan pronto nos vamos?

La bala, girando en el aire, imparable, primero perforó la piel, luego el hueso, y en los sesos, no pudo seguir de largo, y ya no tan imparable, rebotó ahí dentro como si se tratara de algo que rebota mucho. La herida salpicó en el gato, porque así funcionan los agujeros de bala.

Luego la asistenta del doctor alzó la voz¡Señora internet! ¡Señora internet! ¡Es su turno!

La señora internet no iría a su consulta. El hombre gato se lo señaló a la secretaria— E-h-esta muerta, la acabo de matar.

—¡Valgame Dios!

—Si —señaló el gato con un conformismo repentino y un lenguaje corporal que lo acompañaba—. ¿Y entonces? ¿Que va a hacer?

La señora escuchó sus palabras con un gesto de que se explayaba en un tema de sumo complique, luego con las manos lo rechazó, y le dijo algo particularmente extraño—: Mira por la ventana, exceptuando a los hombres ¿Que ves? Yo veo prostitutas. Una prostituta, otra prostituta, esa es una puta, esa es una ramera, ahí va la mas zorra de las putas prostitutas con sus 5 hijos, otra prostituta, otra puta, esa va abriendo las nalgas, ahí va la señora internet, rodeada de sus amigas las putas, otra prostituta, y ese es un viejo, un viejo horrible  ¿Que hace ese viejo ahí? Es terrible. ¿Por que esta al frente de la ventana? ¿Por que sus extremidades lucen así? ¿Por que no tiene nariz? ¿Por que sus ojos son completamente blancos? ¿Que es lo que come para que sus dientes se encuentren así de afilados? ¿Por que me sonríe? 

Y el gato contemplaba en silencio, con asco, por la misoginia fortuita, y por el hecho de que frente a ellos no había una ventana.

—¿Quiere morir usted también?

La señora movió la cara con ambivalencia Bueno... Por eso elegí nacer, para ver si algún día un gato malparido me revienta los sesos, un día le dije a la señora Valencia (mi madre) "Madre quiero nacer para morir asesinada por un ser que ni siquiera es humano" y ella me dio el regalo, en realidad soy una niñata mimada.

—¿Eh? 

—Claro, seguirme la corriente es difícil ¿No? ¿Gato? ¿Que haces tu aquí? ¿Le temes tanto a Dios? ¿Por que no vuelves por el agujero de gusano del que saliste? Vuelve a tu mundo, en donde nadie especula con las acciones del mercado de la hipnosis remota.

—¿Dios? No eres mas que una plaga, yo soy tu juez y verdugo. Cada vez que experimentas dolor una vida en el multiverso se salva, dime algo chistoso para que me pueda reír mientras veo como se desangra tu cuerpo.

—Mira, ahí va la prostituta. ¿Como se llama la zorra? ¿Caterina la puta? ¿Enriqueta la culifacil? ¿Rosaura la perra en celo? mira lo que hace gatito, mira, se abre de nalgas, se abre de nalgas, y por su ano da a luz a un bello niño, míralo, felino. ¿No es precioso el amiguito? 

El gato observaba desde el piso 20 por el gran ventanal, lo que se escurría por el recto de Soraima la prepago era en realidad un pedazo de mierda.

—Mira gato, mira, sale, esta saliendo sale, sa —El gato no pudo aguantar mas de la repulsiva escena, y en un movimiento rápido propino un disparo a la vieja secretaria, callandole la boca como lo debió hacer su marido.

El pedazo de mierda cagado por Tatiana la buscona no era mierda, pero tampoco era un amiguito precioso. Era un fragmento de la dimensión cruel, que pronto se materializara en el lugar en el que nadie habla en sinsentidos metafóricos, en forma de un cuerpo de latex, que flota en el aire.

El suelo se abrió y se tragó al hijo de Milena la meretriz, el cráneo del hombre felino se abrió como se abren las naranjas cuando son exprimidas desde la cuarta dimensión, y el autor de este relato decidió dejar de escribir aquí.

domingo, 7 de noviembre de 2021

La represion.

La hipotética llega a mi bajo la idea de un situación de fantasía que podría ser perfectamente real.

Pienso en el fruto de la pasión unidireccional entre un demonio y una mujer cualquiera. Un retoño semi-humano que por alguna razón sobrevive al aborto. ¿Cual es la esencia de esa criatura?

En primera instancia sabemos que no es humano, aunque tampoco es demonio, siendo un híbrido, el carácter que lo va a caracterizar es uno dividido entre una mitad humana, y la mitad de un demonio. Las leyes humanas estarían en contra de su naturaleza, al tener una parte que las desafía, y la manera de ser del demonio no es algo que vaya a poder practicar sin las objeciones de conciencia propias de los humanos neurotipicos.

El híbrido demonio-humano, entonces, sera una criatura miserable, que tendera o a escapar de ella, reprimiendo su humanidad para llegar a ser por lo menos la mitad de malo de lo que es un demonio, o ser un participante pasivo de la sociedad, como muchos humanos completos ya lo son, con el fantasma de su sangre infernal incitándolo permanentemente a actos como los que dieron lugar a su concepción.

Bajo las concepciones normales de lo que es "humanidad", es claro que, de ser inevitable la existencia de estos seres mitad demonio, lo licito es que estos se sometan a represión de sus instintos en pos del bien de la humanidad, y que incluso, lleguen a integrarse en los procesos productivos que favorecen a nuestras sociedades, y pensar incluso en nichos en los que tener una mitad completamente maligna, sedienta de sangre y corruptora sea algo que facilite el bien común.

Es posible, luego, que a costa del hecho de que los demonios sean particularmente viles, y las sociedades sean particularmente empáticas, el numero de seres mitad demonio aumente, y la represión bajo la que inicialmente se les tiene en un estado pasivo pase a ser un signo de humillación inaguantable, extiendo ya comunidades de híbridos en las que la conducta demoníaca sea tolerada en incrementos graduales.

Los reprimidos, cada vez mas, se levantaran contra la represión autoimpuesta, y, ayudados por malabaristas que ven el potencial de la revuelta, cambiaran la sociedad por una en la que el tener parte de ser infernal sea la esencia pura, en el que la represión sea un acto libre y opcional, en la que entre mas parte tengas de demonio, mejor, y en la que sea común ver demonios que de humanos solo tengan la forma.

¿Que haríamos los humanos al respecto? Por supuesto, reprimir ese instinto desaforado ante la ley natural, con levantamientos que probablemente fallen, o en una estoica mueca de fastidio, entre quebradas, cuevas y paramos, esperando que la naturaleza siga su curso, esperando que los híbridos consuman a los malabaristas, y sus ciudades amuralladas caigan en ruina, lamentando el hecho que los hijos de los demonios no se hubieran reprimido, odiándolos por ello, y haciendo una cultura al rededor de eso.

Eventualmente, si, las culturas híbridas caerán, o mejor, no lo harán, y serán eternos pedazos del infierno en la tierra, menguantes, a lo mejor, pero siempre presentes. Frutos de la maldad omnipresente de una mente empática y por tanto cruel. Quizás milenios después la xenofobia se modere, y los semidemonios sean una figura exótica, foránea, de criaturas que no pertenecen, con su propia cultura, diferente de los demonios, diferente de los humanos, autóctona. La victoria de un subterfugio, la derrota de lo recto, una idea desagradable. Mejor pensar en otra cosa...

lunes, 1 de noviembre de 2021

Reflexiones sobre el Halloween.

Hoy vivimos en tiempos remotos. Nuestros ancestros habitan el camino onírico de la incertidumbre, la idealizada visión de un futuro-pasado lleno de fuego y cenizas. Espadas cortaban cabezas, catapultas derrumbaban torreones, galeones llenos de africanos cruzaban los mares en busca de tierra santa, los muchos hijos de la poca gente comían tierra en vez de hamburguesas ¿No es hora ya de desligarnos del pasado infeliz? Olvidemos lo malo, celebremos Halloween. 

De las festividades traídas por la modernidad, el Halloween es la mas celebre, la fiesta mas sensata y la fiesta mas humilde. Detrás de cada dulce asignado por los privados existe un pedacito de amor, una cuchillada a la religiosidad de antaño, veneno contra el puritanismo y las buenas costumbres que nos alejan de la integridad. El desenfreno carnal en honor al oscuro lucifer que en los carnavales medievales ya se presentía ocuparía toda nuestra banda ancha.

Es bien sabido que para esas personas de las que somos hijos de a siglos de distancia, el Halloween era algo así como una serie de fiestas paganas anuales en las que en la hoguera había de que beber, en las que desnudaban vírgenes vestidas de oro, en culto al invierno o algo un concepto igual de mundano. Hoy sabemos mas, sabemos que en realidad el Halloween es una tradición en la que se abren calabazas con caras turbulentas para hacerle culto al dinero y su repartición, en forma de cristales de azúcar u otras genialidades del mundo moderno.

¿Como es que fundamentamos este anacronismo en el panorama post-historico? La doctora Hermelinda Leguizamon, con maestría en filosofía de la universidad de Harvard, en su libro "Ad-hoc Culture" discute la posibilidad de un mito fundacional del Halloween alternativo, que mezcle hechos históricos con simulaciones de una realidad como la presente extendida 1000 años en el pasado. 

Hermelinda Leguizamon

Para la doctora Leguizamon es necesario establecer una serie de cánones culturales históricamente flexibles que permitan a todas las personas del mundo sentirse a gusto con sus interfaces corporales, lo que implica, por supuesto la manipulación del Halloween y a festividades relacionadas en nuevas formas forzadas en la sociedad bajo una autoridad rígida.

En el capitulo 7 de su libro ella describe exhaustivamente los orígenes del nuevo Halloween y edifica los puntos clave que los expertos del futuro tendrán que tener en cuenta a la hora de reclamar su nuevo presente, que no podrán ser objeto de los cambios que de otro modo se aplicarían a sus nueva historiografía, no lo suficientemente potente, admite. Algunos de entre varios son:

  • La figura del aquelarre como grupo de poder con influencia y predominancia en el gobierno desde las sombras.
  • El uso de disfraces en un sentido figurativo para hacer referencia a la contingencia de personalidad posible en el individuo.
  • La utilización de los iconos peliculeros del terror para analogías antipatriarcales en las que se asocie la homosexualidad con el machismo hegemonico.
Icono peliculero del terror.



  • El relato del origen del Halloween que implique la fabricación industrial del neón y su relación con la emancipación de grupos de trabajadores inmigrantes.
  • El llamado a la acción por personalidades del panóptico de youtube, para que inculquen en sus jovenes youtubevidentes la no importancia de la historia, la muerte de Dios y la pecaminosidad del cuerpo, en función de mitos esculpidos por las autoridades propagandísticas.
  • Asemejar la acción de escarbar calabazas con la castración de infantes. 
  • Convertir el acto de reventar calabazas en una analogía para el aborto y hacer de esta parte de la festividad la mas indispensable. 
Montón de células.

Las nuevas inflexiones en el código cultural nos permiten re-conectarnos con la insospechada dicha de la iconoclastia, el "dejarse llevar" femenil, el deseo de lo maligno y la mentira en pos del bien común. El mundo necesita de mas sangre menstrual, el Halloween mediante.

martes, 26 de octubre de 2021

Pero mira, mira, mira como son las cosas.

La tormenta era incesante, el grupo de amigos que se encontraba esperando el fin de la lluvia pronto se tendría que marchar, les avisaba el hombre que atendía, porque iba a cerrar en menos de nada. Juan Carlos y Paula vivían relativamente cerca, podían caminar bajo la lluvia hasta sus hogares. Ximena, por otro lado, tendría que tomar algún tipo de transporte para llegar a su vivienda, que se encontraba en la otra punta de la ciudad, por lo tanto, después de despedirse de su amigos se dispuso a esperar un taxi.

Aun veía las espaldas de la pareja cuando de ningún lugar en particular apareció un auto negro que brillaba por el alumbrado nocturno y las gotas, de inmediato se frenó frente a ella, puerta abierta, una mano enguantada la invitaba a entrar, ella aceptó la invitación.

Vió el contenido del carro, un trió de encapuchados, dos atrás uno adelante, conduciendo, las sillas eran de cuero negro, fino, olía a cigarrillo de menta, el par de hombres le habían hecho espacio para que se sentara entre ellos. El conductor le dirigió la palabra a Ximena.

Conductor: ¿Para donde vamos, señorita?

Ella lo pensó por un momento.

Ximena: Vamos para mi casa, queda en...

Uno de los encapuchados soltó una risita.

Conductor: Nah, para ahí no vamos, dígame ¿Para donde vamos?

Ximena pensó mas fuerte, pero no sabía darle respuesta a la pregunta. ¿Para donde van? No tenia ni idea.

Ximena: No tengo idea de para donde vamos.

Conductor: Pues menos mal que yo ya me he aprendido el camino, imagínese si no...

El encapuchado de la izquierda soltó una carcajada, luego, un silencio incomodo, Ximena miro hacia la ventana, y no reconoció calle por la que hubiera pasado en su vida, se encontraban en alguna clase de avenida comercial, un lugar en el que en el día se encontraría gente caminando, pero que ahora estaba desolado.

En la misma dirección de su mirada se encontraba el encapuchado de la izquierda, que la miraba sin parar, cualquier rastro de su piel estaba oculto por su ropa o por la ausencia de luz, incluso sus ojos se escondían bajo unos lentes, abría sus piernas y sus brazos como si el auto fuese todo suyo.

El hombre de la derecha vestía igual, pero algo de su brazo era visible gracias a el alumbrado publico. Se sentaba de una forma similar, obligando a Ximena a cerrarse de piernas e ir apretada entre el par de sujetos.

Ximena: Debo ir a mi casa.

Encapuchado de la izquierda: Pues no, no va ir a su casa.

Ximena lo miro atentamente, se rascaba la barbilla por encima del pasamontañas mientras hablaba.

Encapuchado de la izquierda: No va a ir a su casa, hoy acabara su vida, la vamos a matar.

Ella lo escuchó, y se quedo pensativa, siguió mirándolo, esperaba encontrar una señal en los ojos de su interlocutor que le detallaran mas sobre el asunto.

Ximena: ¿Me van a matar?

Encapuchado de la derecha: Eh... No solo eso, la vamos a matar, claro, pero ademas la vamos a poner a hacer otra cosa. Si por azares del destino sobrevive, vamos a ponerla a hacer lo mismo hasta que muera.

La mujer seguía con curiosidad, con una voz como de una niña, preguntando en una entonación que elongaba las silabas.

Ximena: ¿Que cosa?

Encapuchado de la derecha:
  Lo sabrá cuando lleguemos.

Entonces ella miró hacia la derecha, por la ventana, y de nuevo se encontró con un paisaje desconocido, campos de ganado, baldíos, cosas que se encuentran a las afueras de una ciudad. Habían paradas del bus en algunos puntos, y en ellas se podían ver personas que esperaban a esas horas transporte, quizás de la misma forma que ella había estado esperando un taxi horas antes.

Ximena: Esto no es un tax...

Encapuchado de la derecha: Lo sabrá cuando lleguemos.

Ximena volteó su rostro subitamente hacia el frente, mirando por el parabrisas del coche, la carretera por la que atravesaban, entre la oscuridad de la noche, a lo lejos se podían ver algún tipo de viviendas iluminadas que daban fin a la zona campestre, ningún auto se podía apreciar yendo por la misma ruta.

Encapuchado de la derecha: Si, lo sabrá cuando lleguemos, ahora hágame un favor, señorita.

Ximena: ¿Eh?

El hombre sacó de uno de los bolsillos del respaldo de la silla delantera una mordaza y dos pares de esposas.

Encapuchado de la derecha: Por favor, señorita, póngase esto.

Ella fue diligente haciéndole el favor al encapuchado, se puso el aparato en la boca, colocó sus manos tras de si y se aprisionó, le faltaron un par de esposas. El encapuchado lo notó, y bruscamente agarró sus piernas, y las aprisiono también.

Ximena quiso hablar pero solo se escuchó un sonido gutural ininteligible, el hombre de la izquierda sacó un soplido risueño, el conductor movió la cabeza en señal de desaprobación. Ximena no dejaba quietos los ojos, miraba para todas partes, comenzó a forcejear con su cadenas, un presentimiento oculto la atacó, luego pavor, luego un entendimiento de la situación en la que se había encontrado, era impotente para salvarse de cual fuera el destino que le esperaba, solo supo llorar al respecto.

Encapuchado de la izquierda: ¡Ah! Ahora se da cuenta.

El sujeto de la izquierda expresó risitas, luego movió la cabeza de la misma forma que lo había hecho el conductor. Ximena se sacudía intentando zafarse de las cadenas, futilmente, sus acompañantes en los asientos traseros la empujaban con los hombros.

Encapuchado de la derecha: ¡Eh! ¡Eh! ¡Quieta! ¡Quietecita! ¿Que hace!

Ximena se sacudía, pero no tenia forma de escapar, eventualmente se tranquilizo, y mirando a sus espaldas, por el parabrisas trasero, notó que ya se encontraban dentro del área de las extrañas viviendas, que se aglomeraban en formas mas bien extrañas, y que en sus ventanas tenían extraños husmeadores, que a rato parecía que con mascaras la veían ir. No poda estar segura de que fueran hombres cabra, porque la oscuridad era completa. 

Mantuvo su fijación por la vida que ahora perdería, apreciando los edificios que giraban en si irregularmente y los signos misteriosos que habitaban sus paredes. Esa era su forma de aceptar la muerte, y su ultima muestra de autonomía. El vehículo se detuvo.

Conductor: Saquen a esa perra.

La sujetaron con el tacto que se sujeta a un bulto de papas y la sacaron haciendo la fuerza entre los dos. Ella vio el lugar donde estaba, una especie de rotonda rodeada por una sola construcción, de la única puerta que tenia salia un cable, y este daba energía a una pantalla que en el centro de todo se prendía sobre un escritorio.

El par de encapuchados cargaron a la mujer hacia el escritorio, y al frente de la pantalla, la metieron dentro, como si fuera un tobogán por el que se deslizaba, pero sin la capacidad topologica. El conductor se acerco a un tipo con una cara sonrojada por el alcohol que le dio una serie de billetes. Los contó. 

Encapuchado de la derecha: ¿Y ahora que? 

Encapuchado de la izquierda: Esperamos a que vuelva a salir, si sale viva la volvemos a meter. Si sale muerta nos la llevamos y la enterramos.

El conductor volvió y le dio a cada uno de sus compinches su parte.

Conductor: Eso se demora, yo me voy a acostar un rato en los asientos, ustedes peguen ojo. 

Y salio, como sale un bebe de su madre, y estaba llena de sangre, y estaba desnuda, o mas bien, estaba cubierta por un plástico que se le pegaba al cuerpo, como una envoltura, pero que no ocultaba nada y antes resaltaba. Todo su cuerpo estaba golpeado. Intentó pararse, pero perdió el equilibrio y se estrello contra la calle, quebrándose el cráneo y muriendo en el acto.

lunes, 25 de octubre de 2021

Hacia la izquierda.

La historia es un movimiento eterno hacia la izquierda política.

Todos los sistemas que se mantienen en el tiempo están sometidos a una suerte de selección natural, existen características fijas que el sistema tiene que satisfacer para que este se siga manteniendo en el tiempo, que de no llenarse, implican la transformación del sistema en otra cosa. Hago referencia a la entropía de una forma simplona, el universo tiende a pasar a los estados de mayor energía, los estados complejos, a los estados de menor energía, los estados simples.

Resulta que la vida en la tierra es directamente lo contrario. La tierra es una gigantesca burbuja en la que, por casualidad, esta propiedad del universo se encuentra de forma debilitada. En la tierra se dio el caso que un grupo de sistemas complejos, por mero azar, se formaron mediante un grupo de elementos que les permite sortear la susodicha propiedad del universo. En la tierra se generó un sistema que no solo logra mantenerse en el tiempo sino que ademas aumenta en complejidad.

¿Que es lo que pasa cuando un organismo se encuentra en un entorno hostil? Si no se muere es porque desarrolla adaptaciones que le permiten sobrevivir al entorno hostil. ¿que es lo que pasa cuando este organismo se ve en un entorno menos hostil? las adaptaciones que antes tenia pasan a ser inútiles, en el peor de los casos pueden representar energía que se podría invertir en otras cosas de una forma literal, los nucleotidos no solo componen el ADN sino que también pueden conformar moléculas ATP.

En la naturaleza a mi se me ocurren pocos ejemplos prácticos de seres vivos que puedan súbitamente verse en entornos menos hostiles, ademas de los seres humanos. Los seres humanos son los únicos seres vivos en el universo conocido que pueden modificar los entornos a un grado tal, que el desarrollo de adaptaciones para entornos distintos no solo deja de ser necesario sino que las propias adaptaciones que posee se van volviendo innecesarias también.

La cultura es otro sistema que posee las propiedades de los otros sistemas que se desarrollan en la tierra, tiene genética, los memes, y es objeto de los mismos vaivenes y ventajas que se permite nuestra especie, al colonizar selvas, desiertos, prados y paramos, desarrolla adaptaciones a una entropía que luego, por el avance tecnológico, desaparece, volviéndolas innecesarias.

la anulación de la entropía es algo que de hecho puede ser útil incluso para describir el transcurso de los hechos históricos, como el surgimiento de lo que se conoce como "izquierda y derecha política". Respecto a la entropía, la derecha representa una adaptación a un entorno mas hostil, y la izquierda el esfuerzo por modificar el entorno para que sea menos hostil. toda la historia de la humanidad es un esfuerzo por hacer que el entorno en el que se vive sea menos hostil, es un lucha en contra de la entropía.

 ¿Y ahora? ahora vivimos en un mundo en el que la entropía es un terror lejano, hasta aceptable, hasta deseable. "¿Todos morimos? hagamos un meme al respecto" o la mas graciosa "todos morimos, y es mejor así porque existir es sufrimiento". 

Se trata de organismo cultural, convirtiendo sus nucleotidos en ATP en lugar de las secuencias que les servían para determinar comportamientos deseables, una burbuja dentro de una burbuja, en donde todo es cómodo, nada es difícil y nada representa ningún reto o perturbación, la entidad compleja se mantiene compleja para siempre, las leyes del universo se invierten.

¿Pero lo hacen? ¿Se invierten? ¿A caso porque ya no se necesitan los roles de genero el sol va a dejar de estallar en una unos millones de años? ¿A caso porque la religión ya no sea necesaria el modelo que permite que sea así deja de depender de una cantidad de recursos alocados en la tierra que no son infinitos? ¿A caso no se esta acabando con el medio ambiente para que en twitter pueda colocar sus pronombres?

Las burbujas eventualmente colapsan, por eso soy de derecha.

lunes, 4 de octubre de 2021

Una puñalada.

Me apuñalaron, pero es 2021, los tiempos cambian. El filo de la navaja que se enterró en mis órganos estaba hecho de pastel, el movimiento del brazo que sostenía el arma no estaba inspirado en rencor o hambre, sino en buenas intenciones hacia mi. 

En el momento en el que en segundos el puñal volvió a clavarse en mi estomago sentí entre mis entrañas el suave calor del amor de una madre, de una almohada como nube, la suave sensación de un peluche felpudo de la infancia con el que disfruté momentos de mi niñez, jugando.

Caí al suelo, el pavimento me saludo con un abrazo, me raspe la cara y esa fue una caricia del piso. El malandro, mi nuevo mejor amigo y amante, apresuro sus manos hacia mis bolsillos para despojarme amablemente de mis pesadas pertenencias, celular y billetera. Sus dedos fueron amorosos, y el dinero que perdía era un precio mas que justo por el amor fortuito por el que ahora era dichoso.

Me desangre en medio de la calle, calentado por los rayos del sol, mis órganos estaban perforados de dulzura. Morí, y fui al infierno, en donde me esperaban con una fiesta sorpresa.

sábado, 2 de octubre de 2021

El balazo que mató a Dios de forma definitiva.

Después del letargo a destiempo, despierta. Tiene deberes pero los omitirá en pos de aventuras mas placenteras. Consume un postre como desayunó. Hace del cuerpo. Hoy eligió bañarse. Vuelve a su cuarto y vestido con ropa holgada enciende la torre de su computadora. Un minuto o dos, después de una contraseña, accede al navegador. Busca undertale igg. Descarga y descomprime el archivo, entre otros hay un ejecutable. Le da doble clic.

El rostro de la criatura súbitamente aparece en la ventana del ejecutable. Lo saluda gentilmente. -Hola, has vuelto- Dice la criatura. El la saludaría de vuelta si no fuera porque la interfaz en la que existe no puede aceptar ese tipo de input. O porque nunca ha visto a la criatura antes.

-Vengo a ofrecerte mi alma- El corta los rodeos, dentro de las opciones se encuentra esa. La criatura sonríe cínicamente. -Ya la poseo- El sujeto se desconcierta. -¿Entonces que es lo que te puedo dar para conseguir tu favor? ¿Dinero?- La criatura contesta para dejar al hombre mas anonadado -Soy el dinero, no, no quiero nada de ti, no quiero nada de mi, tu eres yo, antes de nacer, ya hacías parte de mi-.

El sujeto cuestiona -¿Entonces?-, -Entonces, como eres yo, has de imprimir mis determinaciones en la sustancia real sin esperar nada a cambio-, -¿Que es lo que quieres que haga?-

-Quiero la muerte de Dios-, -¿Eh? Dios ya esta muerto, lo dice...-, -Quiero el símbolo de su muerte, Dios nunca existió, es un insulto a sus creyentes, de la misma forma que se dice el condenaba a las falsas deidades, imagina como me alzo ahora, yo, sobre la mortandad-, -¿Como podría conseguir eso?-, -Arranca la luz divina, entregamela-, -Haré lo que pueda- Dijo el hombre, y apagó la computadora. 

Sus dedos sangraron, los huesos de las puntas de sus dedos se hicieron visibles. La música se transformó en agrios himnos al sexo, a la locura y a la muerte. Sus esfuerzos no fueron en vano, y eventualmente la noticia llegó hasta el vaticano. Los juegos de video violentamente se hicieron paso hasta El Papa comunista, y el dio el visto bueno para cerrar el portal que hace 2016 años abierto daba acceso al reino de los cielos, sabiendo que la revolución en contra de todo lo bueno había dado por fin sus frutos, y el nuevo Aion estaba por comenzar.

domingo, 26 de septiembre de 2021

Pepe.

Conocí a un chanero de una tierra antigua 
quien dijo: «Cuatro enormes tréboles levitan, sin su tronco
se yerguen en el silicio. A su lado, en los tablones,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño
y mueca en la boca, desdén de potente delirio,
cuentan que sus escultores comprendieron bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en esos inertes archivos,
a las manos que las dibujaron y al corazón que las alimentó.
Y en el filename se leen estas palabras:
"Mi nombre es Pepe, meme de memes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas hileras»

Narrow Path on Twitter: "The #Frog #God #Illuminati #Card Sound familiar?  How did the #4chan #political #forum initially grab everyone's attention?  Think pre Q and pre inauguration. Think #Kek #4chanshutdown #8chan #Qanon…

lunes, 20 de septiembre de 2021

Reflexiones sobre la pandemia.

He visto personalmente los efectos de la vacuna del coronavirus. Del nuevo coronavirus. 

¿Te hace inmune al SARS-COVID 19? No se, pero se que en persona que me es cercana ha llegado a ser extremadamente perjudicial. Urticaria, perdida del gusto, llagas en los genitales, crecimiento de pelo en partes del cuerpo originalmente lampiñas, dolor pulmonar; ulceras en el pulmón, miopía, mal humor.

La persona que conozco, una amiga, se encuentra hospitalizada hace varios meses ya, seguramente salga en una bolsa. La vacuna, por lo menos para ella, fue un veneno, ni la peor brujería llega a hacer tanto mal. Fue una pócima envenenada, no con tierra de panteón ni serrín de ataúd sino con los mejores avances que la ciencia moderna puede lograr en menos de 10 meses. ¿Que tipo de conjuros podrian desarrollar nuestros científicos si les ofrecemos una década? Ya los estas viendo, los tienes al frente de la cara.

Pensé en eso, comencé a reflexionar sobre el estado presente de las cosas y como lo mágico se transforma en lo cotidiano con el paso de los siglos. Pensé en todos los rituales que se practican hoy en día a sabiendas de que son efectivos y los rituales de antaño que se practicaban en completa ignorancia, solo mediante fe. Sumado al hecho de que últimamente leo muchas historias de terror, pensé en la historia de la humanidad, y ocasiones en las que, como ahora, la auto lesión y el consumo ritual de veneno fueron estándares culturales cuya omisión se consideraba tabú.

En Europa medieval, en el siglo XIII, el Papa Inocencio IV promovió el uso instrumental de "llaves en el cuello", aparatos considerados de tortura por los historiadores modernos en primera instancia, que bajo investigaciones exhaustivas hallaron, eran en realidad elementos de moda usados por el clero como señal de estatus, adjunto imágenes del asunto, las saque de google: 

Imágenes Crudas y Mórbidas.

Los miembros del clero que usaban estos aparatos terminaban muertos, al no ser costumbre removerlos ni siquiera para dormir. Morir mediante artilugios de este estilo era considerado como un privilegio en la Europa medieval, no había otra cosa que digiera mas de una persona que la gangrena, la voz adolorida, la dificultad para respirar y la súbita muerte provocados por las llaves en el cuello en aquellas fechas tan distantes. ¿Por que lo hacían? 

El Papa era como Bill Gates para nosotros en la actualidad. Sin embargo el Papa era el emisario de un Dios sin resultados y muy bárbaro. Todo el asunto de la llave en el cuello era una señal de sumisión ante Jesucristo, un amague de su sufrimiento en la cruz. ¿Eso que les dio? ¿A caso imitar a cristo en la cruz nos da computadoras? ¿A caso el espíritu santo nos dará Windows 11?

Del Papa a el padre de Microsoft hemos evolucionado por una camino largo y estrecho lleno de casualidades y mortaldad (nunca olvidemos a los 7 millones de judíos muertos en la segunda guerra mundial) y por las bondades practicas que traen al mundo las personas de ciencia, nuestros lideres, torturas, o símbolos de estatus como los que se practicaban en la edad media son pocas, son cosas que estamos dispuestos a asumir. 

El conocimiento popular dicta que la creación de magia posee una carga inherentemente negativa, que cada acto paranormal implica una caja de pandora que se abre ante el mundo, un intercambio equivalente, que por eso existen personas a las que las acechan espíritus oscuros, por el actuar de brujos que generan grandes maleficios al traer maravillas desde el bajo astral. Sabemos que son solo habladurias de la gente pobre pero ¿Que tal si fuera así? 

¿Que tal si toda la medicina, el internet, los videojuegos, los doritos, la pornografía, las drogas, los programas y las sorprendentes cosas que desarrolla la tecnología estuvieran sujetos a depositar sobre nuestros hombros una carga equivalente del mismo modo? ¿Que tal si a costa de tener deliciosos helados y placeres debiéramos una o dos veces en nuestras vidas someternos a tomar un veneno mortal? El coste es una ganga. 

Mi amiga probablemente muera, pero si solo ella tuviera que morir, si solo 7 millones de personas tuvieran que morir para conseguir nuestras interfaces fantabulosas mediante las que vemos a Riley Reid disfrutar de la vida ¿No es un precio justo? ¿No es de hecho un precio meramente simbólico e insignificante? Deberíamos pagar antes uno mas alto. Deberíamos, quizás, construir becerros huecos de latón para poner gente adentro, prender una fogata bajo las piezas y esperar a que sus gritos de sufrimiento nos lleven a todos al éxtasis universal y a la conquista del infinito.

Estoy de acuerdo con todo eso. Soy una persona que se adapta las expectativas ajenas, me alejo de los tabús, por eso me voy a poner la vacuna, porque de hecho es barato.  

Watch Bill Gates drink water that used to be human poop - The Verge
El también hace su parte.

It will never stop

In plain day light, they weave the thread, Creating joy where shadows dread, Our anguish feeds their endless plot, And they are glad, it...