Comencé a escribir pendejadas sobre lo que era hoy que no debía ser,
Y lo que seria mañana que en realidad no sera ni debería,
Y era un péndulo de porquería en el que me solía manchar en un ratio de 2:1
Así me convencieron, o me pareció convincente,
La caída de las torres y la virtud del detergente,
Y luego vi y supe que lo que se separaba era mugre,
Cualquier ermitaño en las colinas vera a la ciudad por encima, totalmente,
legos abarcables conocimiento bruto esperando ser almacenado,
Como por ejemplo son las estrellas, que pienso que son reales,
Y la colina que ya no se podrá alcanzar, desde la que e veía a dios,
Y todo lo que conforma el universo, que al final son dos, o eso presiento,
De eso se trataban esos foros de porquería, de forros de porquería,
Forrados de porquería, gente usando fursuits de porquería, con fursonas de porquería,
Cosas desagradables, no porque fueran el mal sino por lo contrario,
Y porque detrás de la primera pared, respecto a la cuarta, había no porquería,
Sino bellas esculturas moradas de iconos profanos,
Unas inventadas, otras bellas, otras por viejas conocidas, y otras buenas por conocer,
Y siempre estuvieron ahí y si no las viste eres un pendejo,
Y tal vez no sean huecas y contengan los restos calcinados de infantes,
O no sean portables y contengan sustancias extraídas de latinoamerica o de espina dorsal,
Pero no son buenas, el heavy de TF2 me lo dijo,
"POOTIS" en su idioma, traducido "nunca confíes en un judío",
Y aunque he fallado y en muchos judíos he confiado,
Después de pasarme todos los videojuegos hechos por Neil Druckman,
Después de ver todo el anime de niñas pequeñas guiándome por el camino del sexo,
Después de tomarme todos los paquetes de doritos y comer todas las cocacolas,
Después de ser un ocultista de la mano izquierda en xvideos o en algún burdel,
Después de decirle al id que eso estuvo muy mal y que el primer doom es el mejor,
Después de sacarme los órganos y remplazarlos por un look de moda,
Después de cumplir pagar mis impuestos a la higiene publica, como es justo y necesario,
Después de ahogarme en este mar de orina,
Voy a practicar una maniobra comparable con esa variante del ajedrez,
3, 4, 8, 32, 36 peones, valdrá la pena solo por sus rostros,
Y voy a perder, junto con ellos las porquerias, y va a ser el cuarto de muchos intentos,
Que todos fallaran,
Con suerte un apéndice tendrá mi nombre, y que orgullo,
Moví el desierto con el dedo, por un momento, mentiras no lo hice,
Estaría bien pero esa no es mi fantasía,