Muy bien, escucha con atención la siguiente historia que me sucedió:
Anoche tuve un sueño horrible, era Uribe. Me levanté sudando frio y con dolor de estomago. Fui al baño, y en el espejo vi a Uribe, me asusté, y de la experiencia vomité la bandeja paisa que había comido de cena, en la taza los rastros de comida increíblemente formaban el rostro de Uribe. En definitiva tenia que estar alucinando, así que fui a la sala de mi apartamento, donde hay un ventanal que se abre , y asomé la cabeza creyendo que el aire mañanero me haría bien.
En medio de la vía, lo vi de nuevo, su semblante bucólico y pastoril se dirigía hacia mi, y aunque su mirada estaba escondida bajo un sombrero vueltiao, sabía con certeza que sus ojos se clavaban en mi entrecejo. Mi abuela me enseño una oración para alejar a los fascistas, pero mi pánico era tal que apenas pude espetar unas pocas palabras, con terror, dije: "¡Uribe...".
Y en ese momento el ex-senador me alzo su cara, sintiéndose aludido, mostróme sus ojos llenos de violencia y paramilitarismo, acto seguido un chorro de diarrea salio a presión de mi esfínter, manchando mis boxers rojos del che y desparramandose en las baldosas, sin la capacidad de aguantar tal visión, cerré mis ojos y continué con el mantra: "¡U-uribe paraco! El pueblo está...". No supe continuar, un viento a cocaína me dio fuertemente en la cara, su voz invadió mis orejas diciendo puros balbucéos, lagrimitas bajaban por mis mejillas, en ese momento lloraba por toda Colombia y por el hombre tan malo que había sido Uribe, que ahora tomaría mi vida.
Casi a punto de que consumiera mi alma, una luz cegadora nubló mi imaginación, y del resplandor divino pude contemplar la figura angelical de Don Gustavo Petro, que me ayudo a completar el proverbio, lo dijimos al tiempo, entonces "¡Uribe paraco el pueblo esta verraco! ¡Uribe paraco el pueblo esta verraco! ¡Uribe paraco el pueblo esta verraco!
Abrí los ojos, y si no fuera por las liquidas heces que goteaban de mi ropa interior, hubiera parecido que todo estaba como siempre, que me había soñado el hecho de que un dictador totalitarista se me había aparecido. Aun alterado por lo fabulosa que puede llegar a ser mi imaginación, tome mi celular y revise mi feed de facebook, de nuevo vi la cara del gran colombiano, pero esta vez de una manera mas amena, se trataba de un chistoso meme que en este link les comparto https://imgur.com/a/sS2YULi y atentos, porque es graciosísimo.
Tras bloquear a 7 criptofascistas del centro democratico y dedicarle un meme bien comediante al dostor, se me antojaron unos huevitos pericos de desayuno, así que me los iba a preparar. En el momento en que me di la vuelta, vi a Uribe de nuevo, con la compostura de una estatua, estaba acompañado de sus paramilitares, uno llevaba una motosierra. En ese momento supe que mi fin había llegado, y que jamas podría terminar mi novela noire de ciencia ficción "Matarife". comparte o a ti también te va a ocurrir lo mismo.